martes, 14 de enero de 2014

EL PARO Y LA RECUPERACION ECONOMICA



EL PARO Y LA RECUPERACION
El paro es sin duda la lacra que atenta contra uno de los derechos fundamentales de las personas: el acceso a un puesto de trabajo digno y justamente remunerado que los permita mantener una posición económica aceptable, para satisfacer sus necesidades tanto materiales como de realización personal.
Los factores que han motivado se llegue al actual estado de zozobra, son de distinta índole tanto interna como externa.  Resulta curioso, como  derechas e izquierdas se acusen mutuamente de ser los responsables del hecho, en un ejercicio de cinismo sin límites, porque a los millones de parados lo que verdaderamente les interesa saber, no es quien los ha metido en el agujero, sino quien les va a sacar del mismo.
La ecuación es sencilla: los causantes de todo lo que está pasando están sobradamente identificados. Todo comenzó cuando el gobierno socialista de Zapatero, por motivos electorales, negó la existencia de la crisis y no tomó las medidas correctoras necesarias para atajarla desde su inicio. Por otro lado, la ineficacia y cobardía del PP, cuyo líder, el Sr. Rajoy, se limitó a reconocer la circunstancia, al mismo tiempo que ofrecía medidas para acabar con ella, en cuanto accediera al gobierno. Pues bien, Mariano Rajoy, pasará a la historia de España, como el gobernante que más ha incumplido las promesas electorales. Su salida de la poltrona, se fija en las próximas elecciones.
Desde que Solchaga soltara la lapidaria frase:” España es la nación donde más dinero se puede ganar en menos espacio tiempo”,  resultó ser el pistoletazo de salida para la corrupción y el pelotazo. Lo que se le olvidó decir al ministro socialista, es que para conseguir esto, era condición sine quanon, pertenecer al reducido club de los políticos y sus allegados. Por supuesto el ser de derechas o izquierdas, era lo de menos.
Dicho esto, lo que no tengo tan claro es quien está capacitado con actitudes y aptitudes suficientes para acometer la ardua tarea de sacar la nación a flote. Temiéndome muy mucho que la desesperanza del pueblo les lleve a votar a los comunistas y estos, en compañía de los separatistas convertirían España en una nueva República Socialista parecida a las felizmente desaparecidas de Europa del Este.
Sirva como aval de referencia de lo expuesto, el análisis a primera vista de los datos del paro. La escalofriante cifra de más de cinco millones de desempleados, que si por sí sola causa vértigo, preocupa más si comprobamos el porcentaje correspondiente a mayores de 45 años, condenados a la eutanasia laboral y el de jóvenes que desean encontrar su primer puesto de trabajo. Hecho que comporta que se esté poniendo en juego, el presente y el futuro laboral de los españoles. A lo que hay que añadir, la inseguridad de los ocupados, que a causa de los contratos basura, entienden que su actividad laboral pende de un hilo.
Entretanto el sistema capitalista, permite a empresarios sin escrúpulos utilizar la crisis para  ofertar puestos de trabajo a condición de pagar un salario inferior al estipulado por ley. Aclarándole al trabajador contratado, que cualquier reclamación al respecto daría con sus huesos en la calle y que se de por satisfecho de ser elegido entre el innumerable número de aspirantes al empleo. Hecho que se agrava si se trata de personas sin papeles.
El panorama es peliagudo. La construcción no volverá a ser el motor de la economía en bastantes años. Las grandes empresas del sector industrial, optan por la deslocalización debido al alto coste salarial. Y el área servicios está en manos del turismo, que veremos si aprovecha los conflictos bélicos de otros países para hacerse con el mercado del sector. Esmerándose en mantener una buena relación calidad precio.
A grandes males, grandes remedios. La mayoría de los españoles son conscientes –cada vez mas- que el actual sistema nos conduce a la bancarrota.  Para reiniciar un camino distinto al que llevamos, no basta con un cambio de gobierno, sino con un cambio radical que transforme y haga mas justa nuestra sociedad
Eliminar lo superfluo: (Autonomías, televisiones públicas, subvenciones a sindicatos y partidos políticos etc. Etc. Y por supuesto sentar en el banquillo a todos los que se hayan apropiado indebidamente de dinero público y obligarlos a devolver lo robado y el que no lo haga, a la cárcel sin mas.
Crear lo necesario: Adquirir las viviendas sin habitar y ofrecérselas a los jóvenes en régimen de alquiler por tiempo indefinido. Utilizar el ICO, como banco estatal que facilite los medios crediticios a la pequeña y mediana empresa y autónomos. Dotar a colegios y universidades de los medios técnicos y humanos necesarios para que puedan cumplir con su labor educativa y formen mediante el esfuerzo y el estudio, a las próximas generaciones, anulando su papel actual de expendedores de títulos, que no sirve para nada. Convencer a la juventud de su papel de liderazgo en el futuro, dentro de una nueva sociedad basada en la libertad, la dignidad y la integridad de las personas.
Me consta que  la empresa de regeneración de la sociedad es complicada. Los malos hábitos adquiridos durante tanto tiempo, difíciles de erradicar. El ataque continuado contra la religión, la familia y la esencia de España, son prácticas habituales de un pueblo que ya no cree en nada, porque ha perdido su razón de ser.
Hacer que el pueblo reinicie su caminar en pos de un destino común libre y solidario, es obligación de los que pensamos que hay que devolver a España su orgullo de nación formada y enriquecida por la diversidad de las lenguas usos y costumbres de sus gentes;  sin más recompensa que la satisfacción por el deber cumplido y el orgullo de haber sido útil a la sociedad.

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